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Guardias Jurados

De Guardias Jurados: Sobre los Guardias “Palitos” de las Haciendas y Centrales de la vuelta del siglo XX en Puerto Rico

En un artículo sobre fuentes históricas sobre los diversos modos de labor en Cuba bajo el sistema colonial español, Jorge L. Giovanetti y Camillia Cowling nos cuentan que en Cuba, entre los guardias rurales que supervisaban las áreas de ingenios y luego centrales de azúcar, existían unos tales “guardias jurados” que fungían como una fuerza de seguridad privada para los dueños de las haciendas y los trapiches. Como señalan Giovanetti y Cowling, en Cuba , existe evidencia de que se prefería que estos guardias jurados fueran blancos, lo cual iba a la par con requisitos instituidos de que los guardias rurales oficiales tenían prohibido relacionarse con mulatos o negros.[ref]Giovannetti, Jorge L. Camillia Cowling (2008). “Hard Work with the Mare Magnum of the Past.” Cuban Studies 39. Louis A. Pérez, ed., p. 71 & p. 82, note 30[/ref] En otras palabras, se les incentivaba a blancos pobres o de clase trabajadora que ejercieran un modo de patrullaje racial-laboral, no quizás tan abarcador y por ende agobiante para las poblaciones afrodescendientes como lo fue el patrullaje anti-negro que existía en el sur de Estados Unidos para las mismas décadas, pero que por lo menos hace eco de él. En una carta abierta de “varios obreros” del “Central Carolina” (en Cienfuegos, Cuba) publicada en un periódico cubano en 1917, estos se quejaban de que “cuando un trabajador se marcha de la finca y le falta algún día en la cuenta, [un ingeniero de la central] lo manda a buscar para llamarle ladrón y lo bota como un perro con los guardias jurados del ingenio.” 

Desconocemos hasta que nivel se enfatizaba en Puerto Rico que los guardias jurados debían ser blancos alentados por las élites rurales para que se opusieran a lxs trabajadorxs casi todos negros o mulatos. Sí sabemos que existían guardias jurados en Borikén (ej, porsiblemente “jurados” de Boca Chica en el yubá conocido por el título de “Teresita”). Por ejemplo, en una sección titulada “Reglamento Provisional del Cuerpo de Vigilancia y Seguridad de esta Isla” de un “Manual de Procedimientos en Materia Criminal” de Cuba y Puerto Rico” (impreso en Puerto Rico en el 1896), se mencionan a los “guardias jurados” como auxiliares de los “guardias de órden público” que estaban bajo el mando del “gobernador general.”[ref] Ver páginas 9-10 [/ref] Además, en la bibliografía del libro de Rosa E. Carraquillo titulado Our Landless Patria (2006), la autora cita varios expedientes oficiales del gobierno colonial español en Puerto Rico en los cuales se le otorgaban licencias a personas particulares para que ejercieran como “guardias jurados” a favor de dueños de fincas o haciendas [ref]note 56, p. 157[/ref].

De esto, menciona la autora: 

In 1890, the municipality of Caguas placed guards on private farms. For example, the municipal government assigned rural guards (guardia particular de campo) to protect the private property of councilors Don Bartolomé Borrás, Don Landelino Aponte, Don Víctor Fernández, Don Rafael Rodríguez, Don Nicolás Quiñonez Cabezudo. Guards were usually white men who had retired from the Spanish Civil Guard or the Spanish Army. [ref]Ibid, p. 50[/ref]

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